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Review – Hitman III

Linkinboss

febrero 14, 2021

Siendo la primera vez que abordamos a Hitman en el sitio, es imposible evitar hacer alusión a la longeva historia de la franquicia que al momento de escribir esto ya cumplió 20 años. Con altos y bajos, la franquicia logró ganarse un espacio junto a las pocas otras franquicias enfocadas en el sigilo, aunque probablemente en este momento sea la más activas de ese conjunto. Con un fuerte enfoque en las distintas maneras de poder cumplir una misión, el uso de disfraces y poder eliminar objetivos sin que nadie lo note, la franquicia fue estableciendo una identidad que sentó las bases para lo que llegarí­a después del pobre recibimiento de Hitman: Absolution en 2012. La nueva trilogí­a, denominada World of Assasination, se presenta como un nuevo punto de entrada para los jugadores, siendo en trama una suerte de reseteo en la franquicia, introduciendo muchos elementos nuevos y presentándonos un nuevo punto de partida en la carrera del Agente 47.

El tí­tulo homónimo de 2016 se encargó de sentar las bases de lo que serí­a la trilogí­a entera, con enormes mapas abiertos, un sistema balanceado de detección de disfraces y actividades sospechosas, y un sinnúmero de elementos interactivos que permiten crear rutas alternativas. Además, la innovación más grande que trajo consigo fue la posibilidad de crear contratos alternativos para jugar en los mapas, blancos elusivos que solo se pueden jugar una vez para mejorar tu ranking online para aprovechar dichos mapas de distintas maneras, aumentando exponencialmente la rejugabilidad de éstos.

Es imposible discutir los méritos de Hitman III sin referirse a sus entregas anteriores, ya que la fórmula establecida al principio de la trilogí­a se mantiene y todas las mejoras o agregados entran a pulir detalles de ésta en vez de cambiar radicalmente la experiencia de juego. Si bien para algunas personas el juego podrí­a pecar de poco innovador, la construcción de los mapas le ayuda bastante a distinguirse por sobre sus predecesores, con muchas sub misiones en cada nivel. Por ejemplo, en la misión de Dartmoor (Inglaterra) podemos hacernos pasar por un investigador privado y resolver un caso de asesinato, recabando pistas e interrogando a los sospechosos, al más puro estilo de Clue, para poder abordar a nuestro objetivo y fácilmente obtener cierta información de inteligencia necesaria para completar la misión. De similar manera, cada mapa presenta muchas rutas especí­ficas de ciertos trajes, ya sea por el acceso a determinadas áreas de este, o algunas sub historias asociadas a dicho traje.

Una de las principales mejoras con respecto a las entregas anteriores es el poder desbloquear atajos de manera permanente. Esto quiere decir que, por ejemplo, si destrabamos una escalera oculta, esta estará disponible de manera permanente para partidas subsecuentes. Esto facilita el poder cumplir los objetivos adicionales, ganar experiencia, desbloquear nuevas armas y herramientas de manera más expedita, agilizando los desafí­os posteriores que se pueden jugar en un nivel y premiando la exploración de los jugadores por cada rincón del mapa.

La segunda incorporación importante a nivel de jugabilidad es la cámara fotográfica, con la que podremos escanear diversos lugares y objetos con el fin de obtener información de inteligencia sobre ellos. Eso no es todo, sino que también se puede utilizar para hackear elementos de seguridad electrónicos, como escotillas, pantallas, paneles de cristal, entre otras cosas, que permitirán distraer a guardias y civiles, poder aislar a individuos en circunstancias que permitan llevar a cabo nuestra misión con discreción.

Sin embargo, las modificaciones a la jugabilidad palidecen en comparación al principal agregado de esta entrega: una trama mucho más envolvente y desarrollada que en las entregas anteriores. La historia parece un tanto desconectada entre misiones, con escasas cutscenes que usualmente se apoyan en diálogos sobre imágenes estáticas y efectos de video, más que escenas animadas propiamente tal.  Esta entrega pone mucho más énfasis en la interacción de los antagonistas involucrados, tanto como las acciones que tomarán el Agente 47 y Diana Burnwood, en conjunto con sus aliados. Adentrándonos en esta entrega, el juego nos presenta un resumen de la trama de los primeros dos juegos, para quienes recién se vayan sumando a la experiencia, aunque claramente no reemplaza el haber jugado los juegos anteriores, donde nos introdujeron a la organización a la que nos enfrentamos: Providence, sus miembros y motivaciones. No es mucho lo que podemos agregar con respecto a la trama de esta entrega sin spoilear tanto la trama de este juego con la de sus 2 entregas anteriores, pero podemos adelantar que la trama cumple con creces la tarea de poder cerrar esta trilogí­a, siendo su único problema el hecho de que algunas historias se cierran demasiado rápido después de haber sido introducidas, pero eso recae en la debilidad argumental de las entregas anteriores más que en ésta. Los jugadores se encontrarán con más de algún guiño para los fans de esta saga, que le dará más de un golpe de nostalgia a quienes vienen siguiendo a 47 desde su primera entrega.

Otro de los grandes aciertos que presenta Hitman III es el poder integrar las misiones y mapas de los juegos anteriores dentro de la nueva entrega, permitiendo jugar la trilogí­a completa en el mismo juego. Esto es una opción gratuita para quienes posean los juegos anteriores (con algunas restricciones de por medio, de momento), y adquiribles como DLC para quienes no tengan dichos juegos, a un costo reducido. Si bien esto serí­a ideal que fuese una transición fácil para todos, el que sea un juego exclusivo de Epic Games complica un poco las cosas a la hora de adquirir las versiones de Steam, ya que el juego será exclusivo por un año. También es posible transferir los progresos y experiencia desde Hitman 2, en caso de linkear los juegos. La situación no es completamente perfecta, pero sin duda todo un logro, considerando que las 3 entregas tuvieron distintos publicadores (el primero por Square Enix, el segundo por Warner Bros. Interactive y el tercero autopublicado).

Sin embargo, dificultades al costado, ahora podremos disfrutar de las misiones de los primeros juegos con algunas de las mejoras que introdujeron al Glacier Engine, el motor gráfico que sostiene a la franquicia. Además, también hay pequeñas mejoras en la inteligencia artificial, como el hecho de que los NPC puedan ver a 47 a través de los espejos, y poder ocupar, por ejemplo, el agua caliente de una ducha para empañarlos y dificultar el ser detectado. Algunas de las otras mejoras que se pueden apreciar incluyen mejoras en los haces de luz del sol, las reflexiones en superficies, haciendo que los pisos de baldosas luzcan espectaculares, y mejoras a la iluminación en explosiones. Otras mejoras menores incluyen las texturas HD para el traje del protagonista y arboles más detallados en algunas de las misiones originales.

En cuanto a los mapas nuevos, hay que destacar la ambientación que lograron, siendo mucho más oscuros u obscenamente opulentos, adecuándose mejor a la trama y a los blancos que enfrentamos en esta entrega. En particular, hay que destacar el trabajo que realizaron con el mapa de Mendoza, que contiene muchos elementos fieles a la cultura a representar… a diferencia de la triste representación que vimos de Chile en Hitman: Blood Money. Eso sí­, el punto más bajo de dicha ambientación son los diálogos de NPC sin mucha trascendencia que se repiten entre mapas y tienen un inglés más bien neutral, rompiendo un poco la inmersión que logra el trabajo gráfico. Sin embargo, esto último ha sido justificado por falta de presupuesto, así­ que es comprensible considerando las peripecias que sobrevivieron para poder sacar adelante el juego.

Como era de esperarse de la versión de PC, la cual estamos reseñando, el framerate se mantiene en constantes 60 fps y los efectos visuales se ven espectaculares cuando se llevan al máximo. Si bien no pudimos probar las versiones de consola de esta generación, revisando comparaciones pareciera que hay bajas de framerate menores, pero en general corren bastante bien. Hay que destacar también que los tiempos de carga se ven reducidos considerablemente con el uso de SSD y cambiar de una misión a otra toma muy poco tiempo.

En resumen, el juego es una experiencia refinada a nivel de jugabilidad, gráficos impecables, aunque con una narrativa un tanto apresurada y que podrí­a haber tenido un poco más de ambición en el apartado de sonido. Detalles al costado, Hitman III se erige como uno de los juegos más sólidos de la franquicia, la mejor entrega de su trilogí­a, y probablemente el tí­tulo que marcará la pauta de los juegos de sigilo en el corto y mediano plazo. Agradecemos a IO Interactive por proveernos del código para esta reseña. Todas las imágenes fueron capturadas a 1920×1080 en opciones gráficas altas segun las opciones predeterminadas del juego.

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