Durante los últimos años, los clásicos de SNES, 64 y PS1 han sido la inspiración de varios desarrolladores de videojuegos y nos hemos encontrado varios juegos que tienen distintos niveles de nostalgia incorporado, en mayor y menor medida. Pero yendo al grano, la pregunta que siempre sale a la luz es: ¿Será un digno representante de lo que se inspira?

Y aquí es donde la cosa se pone complicada, ya que honestamente diría que en muchas oportunidades (casi todas) uno no encuentra esa sensación que vivió en el juego original. Todo esto, ha generado que últimamente he sentido un poco de desesperanza hacia esos juegos sin siquiera probarlos, y cuando leo esa típica frase «inspirado en la era de los 16bits», muchas cosas malas pasan por mi cabeza y lo interpreto más como una forma de captar y vender algo que no es muy bueno, más que proponer un trabajo de la calidad que tenían esos clásicos.

Aquí es donde Chained Echoes sale a la palestra. Ya que, además de decir lo citado arriba, también leí muchas opiniones de que era el Santo Grial de los JRPGs, que se parecía a muchos juegos que había disfrutado (Chrono Trigger, Xenogears) y ya está claro que eso me generó aún más desconfianza.

Y ahora que pude jugarlo y sacarle el 100%, puedo decir que estaba rotundamente equivocado en mi opinión inicial…

Chained Echoes es de esos extraños casos, donde tu percepción del juego varía según lo que jugaste en el pasado, ya que toma elementos de muchos juegos. Esto puede sonar pésimo para un juego que busca abrirse camino con su propia identidad, pero Chained Echoes la tiene y la demuestra constantemente.

El juego comienza con Glenn, quién junto a Kylian y un grupo de mercenarios tienen la misión de destruir un objeto que amenaza al mundo, todo esto resultando en una trama con muchos giros y que escala a niveles insospechados, agregando temas políticos, religiosos y sobrenaturales.

No quiero meterme mucho en la trama para no matar el interés en jugarlo por algún spoiler, pero a lo largo del juego, pasan tantas cosas que sería complicado explicar lo denso que se vuelve a momentos, me puse a mí mismo el reto de intentar predecir lo que pasaba, pero pocas veces le atiné. El juego te sorprende en muchos momentos.

En medio de todo este lore que llega a niveles insospechados, también está la posibilidad de simplemente explorar y sinceramente, hace tiempo que no jugaba un juego con un componente de exploración tan bien logrado. Literalmente me sentí cuando jugué A Link to the Past o Minish Cap la primera vez, encontrando cuevas por todos lados con tesoros importantes para el momento, como también para el futuro.

Junto a eso, hay cofres en el mapa y también algunos escondidos que deberás encontrar con pistas en el mapa.

Otro de los aspectos importantes, es el combate, donde es el clásico combate por turnos, pero con una barra de overdrive que nos compensará si estamos en el rango, pero también nos castigará si nos pasamos un poco, las típicas acciones como defender o usar items nos ayudarán a mantenernos fijos en la barra, mientras que usar el tipo de habilidad que la barra nos indica nos ayudará a bajar su nivel y nunca llegar a la zona roja. En resumen, pegamos más o nos pegan más.

Este combate por turnos tiene 2 modalidades, al principio y hasta más o menos la mitad del juego tenemos que hacerlas con nuestros personajes a pie, mientras que lo demás podemos intercalarlo entre lo primero y peleas en robots. Muy entretenidas, por cierto.

Complementando lo anterior y considerando la barra de overdrive, en el caso de las peleas con robots tenemos 3 «gears» donde el primero se mueve hacia la derecha, el segundo a la izquierda y la tercera nos ayuda a recuperar MP para los ataques especiales. En este caso, la barra no tiene beneficio y solo nos perjudica en las zonas rojas, aunque igual se entiende porque el daño en robots es mucho.

De la misma forma que tenemos peleas muy interesantes, el juego se encarga de tenernos haciendo algunos puzzles, no destaca tanto en este ámbito pero tiene unos bien buenos que quizás recuerdes a futuro.

Otro detalle del juego es que por la trama necesitaremos reclutar a muchos personajes en el mapa, algunos jugables y otros nos ofrecerán sus habilidades para encontrar cofres, tener la tienda a disposición, etc. No quiero detallar mucho esto, porque es evidentemente spoiler, pero quizás es una de las cosas más interesantes del juego en general. Ya que en algún momento tendremos que ir en el mapa hablando con todos los NPCs para encontrar a los que quieran seguirte. Aunque una adivina que encuentras, simplifica mucho las cosas por un costo un poco alto.

La música del juego es algo que me costó tomar en serio, pero que a la larga valoré mucho, los temas de batalla son muy buenos y para qué decir el de las ciudades, quizás hay algunos temas que no me parecieron acordes, como el de victoria, pero en general un soundtrack que cumple y con creces.

Chained Echoes es definitivamente el RPG indie del año pasado, un juego emocionante y con giros argumentales que a más de alguno impresionará, un juego ambicioso pero justificado y recomendadísimo.